domingo, 22 de noviembre de 2009

El Credo del Samurai




No tengo parientes
Yo hago que la Tierra y el Cielo lo sean.
No tengo hogar
Yo hago que el Tan T'ien lo sea.
No tengo poder divino
Yo hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios
Yo hago mis medios de la docilidad.
No tengo poder magico
Yo hago de mi personalidad mi poder magico.
No tengo cuerpo
Yo hago del estoicismo mi cuerpo.
No tengo ojos
Yo hago del relampago mis ojos.
No tengo oidos
Yo hago de mi sensibilidad mis oidos.
No tengo extremidades
Yo hago de la rapidez mis extremidades.
No tengo leyes
Yo hago de mi auto-defensa mis leyes.
No tengo estrategia
Yo hago de lo correcto para matar y de lo correcto para restituir la vida mi estrategia.
No tengo ideas
Yo hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.
No tengo milagros
Yo hago de las leyes correctas mis milagros.
No tengo principios
Yo hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.
No tengo tacticas
Yo hago del vacio y la plenitud mis tacticas.
No tengo talento
Yo hago que mi astucia sea mi talento.
No tengo amigos
Yo hago de mi mente mi amiga.
No tengo enemigos
Yo hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura
Yo hago de la benevolencia mi armadura.
No tengo castillo
Yo hago de mi mente inamovible mi castillo.
No tengo espada
Yo hago de mi No mente mi espada.

1 comentario:

Criminólogo dijo...

El credo samurai fue adaptado por Miyan Astray para la legión española. Todo partió de un militar japonés que le regala un ejemplar del código del Bushido cuando coinciden como observadores de la legión francesa.

Los doce espíritus que forman el Credo Legionario son:

1.El Espíritu del legionario:[3] Es único y sin igual, de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta.

2.El Espíritu de compañerismo: Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos.

3.El Espíritu de amistad: De juramento entre cada dos hombres.

4.El Espíritu de unión y socorro: A la voz de ¡ A mí La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio.

5.El Espíritu de marcha: Jamás un legionario dirá que está cansado, hasta caer reventado. Será el cuerpo más veloz y resistente.

6.El Espíritu de sufrimiento y dureza: No se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed, ni de sueño, hará todos los trabajos, cavará, arrastrará cañones, carros; estará destacado, hará convoyes, trabajará en lo que le manden.

7.El Espíritu de acudir al fuego: La Legión desde el hombre solo hasta La Legión entera, acudirá siempre donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello.

8.El Espíritu de disciplina: Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir.

9.El Espíritu de combate: La Legión pedirá siempre, siempre, combatir, sin turno, sin contar los días, ni los meses, ni los años.

10.El Espíritu de la muerte: El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.

11.La Bandera de La Legión: Es la más gloriosa porque está teñida con la sangre de sus legionarios.

12.Todos los hombres legionarios son bravos: Cada Nación tiene fama de bravura; aquí es preciso demostrar qué pueblo es el más valiente.