Berchtesgaden....bastión de las SS, Adolf Hitler ordeno resistir en ese pueblo la invasion aliada, bastion del nacionalsocialismo aleman....pero entre la bruma, desde la posicion de defensa del Nido del Águila, el General de Brigada Hans Ottl, no lo veia tan claro.
Hacia dos semanas que habia llegado la noticia del suicidio de Hitler en Berlin, y una semana que no habian noticias del mando de Berchtesgaden, Hans no sabia que decir a sus hombres para que mantuvieran sus posiciones de defensa, el mismo no sabia que decirse mentalmente para no huir de alli en lugar de esperar la llegada de los aliados.
Sin embargo, estaba cansado, harto de la guerra, una guerra que habia desgarrado el mundo, y su alma, de modo que aquella mañana se decidio a terminar con todo eso. Como cada mañana hizo su ronda por el Nido del Águila, el chalet que el partido le regalo a Hitler como conmemoracion de su victoria futura, pero al terminar no guardo la llave del porton en la caja de seguridad, la guardo en su bolsillo...
Dos semanas despues de aquello, tras la rendicion incondicional de las tropas de defensa ante los americanos, el general Hans Ottl entrego la llave al Mayor Jackson, mando de la compañía Easy de los Estados Unidos de America, y tras saludar como un soldado de honor, marcho con una frase en su cabeza....el habia acabado con la guerra, habia salvado a sus hombres.....
jueves, 3 de abril de 2008
miércoles, 2 de abril de 2008
Mil y Una Noches.
Arena, por todos lados, arena, por doquier, el sargento del cuarto peloton de infanteria de rangers llevaba todo el dia sacudiendose la arena de Karbala, una ciudad al sur de Bagdad.
Sargento Myers, Tirador Experto, hecho uno con su fusil de precision, con buena vision del objetivo era capaz de eliminar un raton a un kilometro de distancia, pero ese dia no tenia buena vision del objetivo.
Maldecia la tormenta, una tormenta de arena que duraba dias, tres dias llevaba en su posicion de aquel edificio desvencijado de la plaza principal de la ciudad, tres dias que le habian parecido mil y una noches en aquel lugar milenario, no llevaba uniforme, iba encubierto para no despertar sospechas, si algun hombre miraba hacia esa ventana solo veria un hombre con vestimenta arabe mirando fijamente al otro lado de la plaza.
Su radio habia dejado de funcionar hacia unas horas, solo funcionaba de vez en cuando y no enviaba transmisiones por si le delataba, tenia un tiempo limite y orden de eliminar el objetivo en cuanto lo localizara. Miraba atentamente a aquel edificio esperando ver un coche, que por fin habia llegado.
Rapidamente alcanzo su rifle y lo ajusto a la distancia y la velocidad del viento, seco el sudor de su parpado y sus manos, y comenzo su rezo de concentracion: " Señor, hazme rapido y preciso, no me permitas caer en la deshonra de fallar a mis camaradas, dame el poder ser el instrumento de la muerte..." Apenas susurraba estas palabras antes de apretar el gatillo....
Sargento Myers, Tirador Experto, hecho uno con su fusil de precision, con buena vision del objetivo era capaz de eliminar un raton a un kilometro de distancia, pero ese dia no tenia buena vision del objetivo.
Maldecia la tormenta, una tormenta de arena que duraba dias, tres dias llevaba en su posicion de aquel edificio desvencijado de la plaza principal de la ciudad, tres dias que le habian parecido mil y una noches en aquel lugar milenario, no llevaba uniforme, iba encubierto para no despertar sospechas, si algun hombre miraba hacia esa ventana solo veria un hombre con vestimenta arabe mirando fijamente al otro lado de la plaza.
Su radio habia dejado de funcionar hacia unas horas, solo funcionaba de vez en cuando y no enviaba transmisiones por si le delataba, tenia un tiempo limite y orden de eliminar el objetivo en cuanto lo localizara. Miraba atentamente a aquel edificio esperando ver un coche, que por fin habia llegado.
Rapidamente alcanzo su rifle y lo ajusto a la distancia y la velocidad del viento, seco el sudor de su parpado y sus manos, y comenzo su rezo de concentracion: " Señor, hazme rapido y preciso, no me permitas caer en la deshonra de fallar a mis camaradas, dame el poder ser el instrumento de la muerte..." Apenas susurraba estas palabras antes de apretar el gatillo....
martes, 1 de abril de 2008
Rastreando
El sol rayaba el horizonte, amanecía, caminaba pesadamente un hombre entre los arboles, la nieve se derretia y sus pies apenas atinaban a continuar sobre el barro. Vestía como cualquier otro de los soldados de su batallon, el uniforme reglamentario de los rangers en el año 1943, acompañado de una gabardina para el frio.
Su mision era la peor mision que pueden encargarle a un soldado....encontrar al enemigo, llevaba 6 horas caminando sin parar, el peso de su fusil no le acompañaba, pues su mision no era combatir sino avistar al enemigo y correr. Apenas llevaba su mapa, la brujula y la cantimplora.
Sus ojos cansados y vidriosos apenas a podian ver unos metros a la redonda entre la niebla matutina, habia salido desde Saint Sauver con destino el rio que cruzaba entre esta ciudad y Carentan, ya oia el primer agua del rio que bajaba con el deshielo de la primavera, cuando fue otro sonido el que le hizo detenerse, un silbido, un silbido conocido, un silbido que lleno sus oidos antes de caer al suelo herido, lo ultimo que vio fue su pecho recibiendo la sangre que manaba de su cuello y su mano derecha sosteniendo el mapa.
Habia cumplido su mision, Habia encontrado al enemigo.
Diez dias despues los aliados tomaban carentan, y este soldado anonimo, rastreador casual y ranger voluntario era enterrado, con los honores de un heroe de guerra, corazon purpura y mencion honorifica.
Su mision era la peor mision que pueden encargarle a un soldado....encontrar al enemigo, llevaba 6 horas caminando sin parar, el peso de su fusil no le acompañaba, pues su mision no era combatir sino avistar al enemigo y correr. Apenas llevaba su mapa, la brujula y la cantimplora.
Sus ojos cansados y vidriosos apenas a podian ver unos metros a la redonda entre la niebla matutina, habia salido desde Saint Sauver con destino el rio que cruzaba entre esta ciudad y Carentan, ya oia el primer agua del rio que bajaba con el deshielo de la primavera, cuando fue otro sonido el que le hizo detenerse, un silbido, un silbido conocido, un silbido que lleno sus oidos antes de caer al suelo herido, lo ultimo que vio fue su pecho recibiendo la sangre que manaba de su cuello y su mano derecha sosteniendo el mapa.
Habia cumplido su mision, Habia encontrado al enemigo.
Diez dias despues los aliados tomaban carentan, y este soldado anonimo, rastreador casual y ranger voluntario era enterrado, con los honores de un heroe de guerra, corazon purpura y mencion honorifica.
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